Este día me es caro entre todos los días, porque hoy mi Señor Bienamado es huésped de mi
casa.
Mi cámara y mi corazón resplandecen con Su presencia.
Mis ardientes deseos cantan Su nombre y se pierden en Su infinita belleza.
Lavo Sus pies, contemplo Su rostro y ante El me prosterno, llevándole como ofrendas
mi cuerpo, mi alma y todo cuanto tengo. ¡Qué día de felicidad es este en que mi
Bienamado, mi tesoro, viene a mi casa! Todos los malos pensamientos huyen volando de mi
corazón cuando diviso a mi Señor. Mi amor lo ha conmovido, mi corazón languidece por Su
nombre, que es la Verdad. Así canta Kabir, el servidor de todos sus servidores.
Kabir
casa.
Mi cámara y mi corazón resplandecen con Su presencia.
Mis ardientes deseos cantan Su nombre y se pierden en Su infinita belleza.
Lavo Sus pies, contemplo Su rostro y ante El me prosterno, llevándole como ofrendas
mi cuerpo, mi alma y todo cuanto tengo. ¡Qué día de felicidad es este en que mi
Bienamado, mi tesoro, viene a mi casa! Todos los malos pensamientos huyen volando de mi
corazón cuando diviso a mi Señor. Mi amor lo ha conmovido, mi corazón languidece por Su
nombre, que es la Verdad. Así canta Kabir, el servidor de todos sus servidores.
Kabir