MÚSICA

domingo, 6 de abril de 2008

8. EL TORO Y EL SER TRASCENDIDOS

Látigo, cuerda, persona y toro, todos se funden
en la nada. Este cielo es tan grande que ningún mensaje puede
mancharlo.
¿Cómo va a existir un copo de nieve en un fuego voraz?
Aquí están las huellas de los patriarcas.
Comentario:
La mediocridad ha desaparecido. La mente está limpia de limi­tación.
No busco ningún estado de iluminación. Tampoco me quedo
donde no existe la iluminación. Como no permanezco en ninguna
condición, los ojos no pueden verme. Si cientos de pájaros cubrie­sen
mi camino de flores, semejante alabanza no tendría sentido.
La Búsqueda
Los Diez Toros del Zen

No hay comentarios: