
brazos del Bienamado, para un éxtasis de los goces del amor.
Acerca los ojos al torrente de lágrimas de los nubarrones cargados de lluvia, y cúbrete el
corazón con las sombras de la noche.
Aproxima el rostro a Su oído y murmúrale las más hondas aspiraciones de tu alma.
Kabir